jueves, 1 de mayo de 2008


En el micro observo detenidamente las miradas que no ven. Sus mentes parecen viajar para remontarse en el pasado una vez más, por lo menos la mía hacia eso mientras duraba el viaje. Trataba de pensar en otras cosas pero lamentablemente siempre volvía a lo mismo, a pensar en él como única fuente de “energía”. Así siguió el recorrido, callado, imaginaba como serian las cosas de no haber sido como fueron. Para despistar mi mente imaginaba en que estarían pensando los demás, pero no, no podía, una vez mas mi conciencia invadía a mi mente casi sin dejarla respirar. Para mi sorpresa el recorrido duro menos de lo que esperaba. Baje y empecé a caminar, logre ver las cosas de otro modo y se podría decir que nunca las había notado así. Me sentí sola, había anhelado eso durante varios días, era todo casi perfecto a diferencia del murmullo de la ciudad, pero no me importaba. Al fin estaba junto a la soledad que deseaba. La necesitaba, realmente me hacia falta. Me senté en un banco, sabia que no tenia mucho tiempo pero si el suficiente. Era hora de saber de una vez que iba a hacer de mí, si mi vida dependería de un amor imposible o rehacerla y comenzar con una totalmente distinta. Iba a añorar muchas cosas, pero necesitaba extrañarlas para comenzar de cero. No iba a ser fácil, esa era una de las pocas cosas que tenia en claro. Necesitaba tiempo, él era el único que me iba a ayudar, tenia que dejar de ser yo para pasar a ser otra. Mi mente reclamaba a gritos que cambiara, me sentía hasta obligada de hacerlo. Ya era hora de irme, no podía estar mas tiempo ahí sentada, y tampoco había tiempo para seguir siendo yo misma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

soos la mejor escritora deeel mundo pepi :)
te amoo preciosa..
tu baarbee